Ataca las plagas temprano.
Realiza monitoreos de pH regularmente.
Utiliza hidrogeles para retención de agua.
Mezcla diferentes tipos de sustratos.
Utiliza luz UV para mejorar defensas.
Recuerda la importancia del descanso.
Fomenta la diversidad vegetal.
Dale prioridad a la calidad del agua.
Aprovecha el poder de las ortigas.
Utiliza trampas de pheromonas.
Practica el secado adecuado.
Haz rotación de nutrientes.
Protégete al manipular productos.
Airea el sustrato periódicamente.
Sé paciente con la germinación.
Aprovecha el poder del ajo.
Haz ajustes de nutrientes según la etapa.
Realiza podas apicales.
Mantén la limpieza en tu cultivo.
Realiza riegos localizados.
Crea un refugio de insectos.
Experimenta con bioestimulantes.
Evita el estrés hídrico.
Fomenta la biodiversidad.
Aplica control biológico para plagas.
Asegúrate de rotar el sustrato.
Usa señales naturales para guiar el riego.
Implementa un ciclo de descanso.
Controla las sales en sistema hidropónico.
Presta atención a los cambios de temperatura.
Mantén un buen control de plagas.
Optimiza tu espacio con cultivo vertical.
Cuida el equilibrio de nutrientes.
Evita el riego excesivo.
Realiza podas selectivas.
Cuidado con el agua dura.
Integra luces ajustables.
Utiliza estiércol bien descompuesto.
Evita el riego con agua fría.
Controla el tamaño de las plantas.
Mantén las herramientas afiladas.
Aprovecha la lluvia.
Dales soporte a tus plantas.
Evita regar por la noche.